miércoles, 23 de julio de 2014

Mari Paz









El otro día me hablaba una amiga de su marido.
-Y de pronto le dijo al niño: Carlos acuérdate, como te decía Mari Paz, respira antes de hablar, tranquilo. Yo me quedé mirándolo.... Mi marido que nunca recuerda el nombre de nadie, que cuando caminamos por la calle y saludo a alguien me pregunta quién es, que es el despiste personificado, que miedo me da, que un día de éstos, se vaya con otra que se parezca a mí por simple confusión, se acordaba del nombre de Mari Paz.
-¿Y a qué se debía semejante misterio?-le pregunté divertida.
-Pues visualicé a la tal Mari Paz a la que yo también conocí y que había sido la logopeda de mi hijo durante todo un año. Joven, risueña, unos bonitos ojos verdes y unas tetas que se le subían hasta la garganta y que se desparramaban en generosos escotes.
-Jajajajaja- comencé a reírme.
Mi amiga, que sonreía a mi lado, también parecía disfrutar con la situación.
-Seguro que si la tal Mari Paz,hubiera sido una mujer sin ningún atractivo físico, mi marido no habría recordado su nombre y habría dicho algo así como: sí hijo acuérdate, como te decía ese cardo borriquero, respira antes de hablar, tranquilo.
Y es que los hombres son así. Y las mujeres también.

No hay comentarios:

Publicar un comentario