martes, 16 de mayo de 2023

Mi nuevo bolso


El otro día salí a buscar un bolso nuevo. Tenía muy claro cómo lo quería. No me suelo comprar los bolsos muy grandes ya que sino los termino llenando de cosas y pesan mucho. Así que quería uno un poco mas grande del último que tenía (no cabía nada y siempre lo llevaba medio abierto) y ahora que vamos cara al verano me apetecía tener un bolso rosa flúor, rosa chicle.

Trabajo en el centro de Valencia y aquí están las tiendas más caras que hay en toda la ciudad. Pasé al lado de una de esas tiendas y vi un bolso que reunía las características que buscaba pero ni siquiera entré. Es una tienda muy cara y no estaba dispuesta a pagar un precio tan elevado por un bolso. Así que me acerqué a unos grandes almacenes y allí seguí viendo bolsos que no correspondían al prototipo que me apetecía tener. Finalmente me decidí por uno que no cumplía todas mis expectativas. Cuando ya me dirigía a la caja a pagarlo, de repente, me giré, y allí justo estaba el bolso que buscaba: el tamaño y el color que quería. Un precio razonable. El bolso perfecto para mí.

Este suceso a simple vista trivial me hizo reflexionar. Me pareció muy simbólico y aplicable a muchas de nuestras actuaciones en la vida.

¿Cuántas veces sabiendo perfectamente lo que queremos nos conformamos con menos? ¿En una relación de pareja, o de amistad, o en un trabajo, o en cualquier ámbito de nuestra vida? ¿Cuántas veces pagamos un precio demasiado elevado por relaciones, por trabajos, por personas que solo nos aportan sufrimiento?

Bien es verdad que a veces no podemos esperar y la necesidad nos lleva a conformarnos con lo que encontramos en ese momento. Pero en otras ocasiones la necesidad no es tal y podemos permitirnos el tiempo para hallar aquello que realmente queremos y nos satisface en los distintos ámbitos.

Así que os deseo mucha suerte como la deseo para mí misma, y que siempre encontréis lo que queréis en esta vida.