viernes, 18 de octubre de 2019

La literatura ¿Es cosa de hombres?



Ayer estuve en la presentación de un libro de un columnista de un renombrado periódico. Fue una presentación que se salía de lo corriente: en un atril iban desfilando un sinfín de amigos del autor que se deshacían en elogios sobre el libro que éste había escrito y era objeto de la presentación.
La afluencia de gente fue considerable. La presentación tuvo lugar en una sala de un famoso hotel de cinco estrellas. Lo que más me llamó la atención es que entre los amigos del autor no había ninguna mujer. Tampoco entre los asistentes sentados en la mesa en la que se encontraba el escritor, que también más tarde hablaron del autor y de su obra, había mujer alguna. Uno se atrevió a comparar al autor con Gabriel García Márquez, lo que me pareció un sacrilegio por dos motivos; estaba hablando de un Nobel y segundo es mi escritor favorito.
Vivimos en un mundo de hombres y el mundo de la literatura no se salva a la vista de los hechos relatados.
Fue una experiencia en conjunto fuera de lo común. También eché en falta que el autor no hablara de su obra. Solo dijo no poseer imaginación ninguna y que su trabajo era fruto de la observación. Ahí queda eso.
A pesar de todo compré la novela para ver como tan prestigiosa editorial publicaba el libro de este hombre, conocido como periodista y columnista de largo recorrido. Estas grandes editoriales siempre apuestan a caballo ganador, pero quise ver si tanto elogio era fundado, si el libro era lanzado fruto de su buen hacer o por las buenas relaciones establecidas por el autor a lo largo de su carrera como periodista.
Porque después de tanto boato: tras la presentación se sirvió un piscolabis, el autor tan arropado por amigos y grandes y poderosos hombres de letras, no puedo más que pensar que más vale conocer a las personas adecuadas que saber hacer, aunque espero en lo más profundo de mi ser cambiar de opinión tras la lectura del susodicho libro.

miércoles, 16 de octubre de 2019

Cuando la vida nos sonríe

Muchas veces cuando la vida nos sonríe y nos ofrece lo que tanto tiempo hemos anhelado, al poco tiempo dejamos de valorarlo como merece y de ser conscientes del regalo que nos ha hecho la vida, ya que nos encontramos enfocados en la siguiente meta que queremos conseguir. Forma parte de la naturaleza humana el querer ver cubiertas todas sus necesidades en las distintas facetas que conforman la vida.
Como dice una amiga mía, se puede tener todo pero no al mismo tiempo. Cada proyecto precisa su dedicación, su energía, su tiempo. Por eso cuando nos dedicamos a muchos asuntos de forma simultánea, con frecuencia no obtenemos los resultados deseados en alguna o varias de las actividades a las que dedicamos nuestro tiempo y energía. Y cuando la vida nos ofrece un regalo y ya nos enfocamos en el siguiente, muchas veces no somos conscientes de todo lo que ya ha mejorado nuestra vida y nos olvidamos de sentirnos agradecidos y satisfechos, de disfrutar de lo que ya está en nuestra vida, mientras gastamos tiempo pensando en lo que aún no ha llegado.
Como dice el refrán “A Dios rogando y con el mazo dando” sin olvidarnos de agradecer y disfrutar lo que la vida ya nos ha dado, trabajar por obtener lo que todavía no hemos conseguido. Sin prisas. Saboreando cada momento. Si no la vida pasa como si fuera una carrera de obstáculos en la que nunca llegamos a la meta, siendo que su verdadero propósito es disfrutar en cada momento de lo que la vida nos da.

martes, 15 de octubre de 2019

La bondad




Resultado de imagen de imagenes de la bondad

El otro día viendo la película “Un sueño posible” de Sandra Bullock me enterneció el hecho de que la película tratara básicamente de la bondad y de la generosidad. La bondad esa peligrosa cualidad que como dicen en otra película “El camino a la libertad”, puede llegar a matarte. Ya que una buena persona es víctima fácil del abuso y del engaño, ya que ella es incapaz de concebir los malos sentimientos e intenciones que ella no posee. Es cierto que la bondad, la generosidad del alma, te puede poner en peligro en muchas situaciones que la vida nos presenta, a la vez que es triste que el mundo y las personas en su mayoría carezcan de esta cualidad. La bondad es ese atributo tan difícil de encontrar y que es el único que da sentido a la vida. Una vida que gira entorno al propio egocentrismo, en el que todo vale para conseguir las metas a menudo puramente materiales y otras veces acciones cuyo único objetivo es dañar a un semejante, por envidia, por demostrar que se tiene poder sobre esa persona...
Nunca he comprendido las motivaciones de los que ostentan una cierta maldad en su persona. Como pueden disfrutar con la humillación de otro ser humano, como tratan de manipularle y dañarle. Esa supuesta superioridad, que suele ir acompañada de una corte de atributos todos ellos nefastos. La mentira, el engaño, la envidia, la codicia, la ambición malentendida, la manipulación, el maltrato, el menosprecio.
El mundo sería un lugar mucho más amable si el respeto al prójimo, la bondad y el amor fueran nuestros principales valores. Porque quien es capaz de causar daño piensa que el otro también quiere dañarle, el que engaña que va a ser engañado, el que manipula que va a ser manipulado. Y de esta manera entramos en una espiral ciertamente paranoica, en una sinrazón que no nos deja avanzar, ni siquiera atisbar un mundo mejor: más satisfactorio y acogedor para todos.

viernes, 11 de octubre de 2019

Deprisa,deprisa

Resultado de imagen de personas corriendo


Vivimos la vida deprisa, deprisa.
Nos levantamos por la mañana aprisa, aprisa. Vamos corriendo al trabajo o a realizar nuestras obligaciones cotidianas. Volvemos a casa rápidamente tras cumplir con nuestro trabajo. Comemos en un santiamén. Descansamos si acaso podemos, en un abrir y cerrar de ojos, para continuar con las demandas de la jornada. Corremos de un sitio para otro como si no hubiera un mañana: de vuelta al trabajo, haciendo gestiones varias para terminar regresando a casa en donde haremos la cena a toda prisa, pensando en la hora que se nos ha hecho ...¡¡ay, que mañana hay que madrugar!!
Nos acostamos a dormir y dormimos aprisa, aprisa, que mañana hay que estar descansado y hay que volver a comenzar.
Amamos aprisa, tratamos de olvidar rápido el objeto de nuestro amor y en el trayecto de esta vida olvidamos que al final también deprisa, deprisa, la muerte nos alcanzará y por fin la prisa terminará.

Algo parecido al amor


Bueno es saber, que si recibimos estímulos positivos de forma repetida con el contenido que consideramos adecuado para desarrollar una relación amorosa en un espacio corto de tiempo, la maquinaria de hormonas y neurotransmisores responsables del enamoramiento se pondrá en marcha. Falta de apetito, agitación(las conocidas mariposas en el estómago), problemas para conciliar el sueño...De esto saben mucho los hombres que se dedican a seducir mujeres con el fin de obtener algo de ellas, lo que toda la vida se ha dado por denominar “es un Don Juan”. Los nuevos Don Juanes actuales (este tipo de hombres siempre ha existido)pueden llegar a resultar Gigolos, estafadores, incluso simplemente parásitos, de su mal denominada amada. Ya que en algunos casos lo que pretenden obtener de su enamorada es dinero y en otros si es posible mantel y cama. Es decir vivir a cuerpo de rey a costa de la inocencia y el amor desinteresado de una pobre infeliz que si no reacciona a tiempo embebida como se halla por sus elevados niveles de determinadas hormonas y neurotransmisores, caerá en la manipulación de estos hombres que lo tienen todo planeado, no dan puntada sin hilo que se suele decir y saben muy bien cómo llegar a inducir este estado en sus víctimas. Estos hombres son profesionales de la seducción, del sabotaje emocional, de la manipulación. Conocen muy bien a las mujeres y saben justo lo que ellas desean y necesitan oír para caer rendidas a sus pies. Una vez conseguido ese estado de embriaguez amoroso ellas se someterán a las peticiones que ellos les hagan convencidas de que están enamoradas y de que han encontrado al hombre de su vida.
Así que chicas mucho cuidado, esto no es amor, es algo parecido al amor, algo así como la droga del amor, ya que se produce una especie de adicción al sujeto que nos ha hipnotizado con sus palabras que no con sus actos y así continuará hasta que seamos capaces de deshacernos de él.