La vida nos repite una y otra vez una situación hasta que aprendemos la lección que encierra. Cada cuestión que nos plantea es como un examen contínuo tipo test en el que tenemos varias opciones para escoger. Cuando sabemos la respuesta no tenemos dudas y cuando dudamos estamos jugando a un juego de azar, en el que las posibilidades de error aumentan de forma exponencial, porque incluso cuando creemos que sabemos la respuesta podemos errarla. Esto puede extenderse a todos los ámbitos de la vida. Cuando dudamos en tener una relación con alguien, nuestra intuición nos está avisando de que hay aspectos de esa persona y de esa posible relación que no estamos contemplando al valorar su posible viabilidad. Así pasa con todo. Con los trabajos, con los amigos, con los familiares, con los estudios, con la salud… Apuesta siempre por lo que crees que es cierto, no te arriesgues ante las dudas y así tus posibilidades de tener éxito aumentarán, porque así y todo puedes equivocarte en tu certeza. Y así la vida dejará de poner en tu camino las mismas situaciones una y otra vez. Querrá decir que por fin has aprendido esa lección y podrás pasar a otro nivel.
