miércoles, 26 de octubre de 2022

Perdona si te beso

 






Ayer se me acercó una mujer a la que conozco y me dijo :

-Hoy hace un año.

Le dije:

-Lo sé. Yo tampoco lo he olvidado.

Estuvimos conversando un rato. Yo mientras iba buscando mi mascarilla ya que recientemente he padecido la Covid-19 y no quería contagiarla. Mi búsqueda fue infructuosa. No llevaba mascarilla. De todas formas ya había dado negativo hacía un par de días.

De pronto se me acercó y me dijo :

-Perdona si te beso.

Y me besó en las mejillas y quedamos un rato abrazadas en silencio.

Me gustan las personas que buscan cariño en un abrazo, comprensión y alivio en las palabras. Personas sinceras, sencillas, sin dobleces. Bienintencionadas a la hora de hablar y actuar y también en el momento de interpretar las palabras y las acciones de los otros. Me encantan esas personas que dicen perdona si te beso, porque saben que en ese abrazo encontrarán por un momento y también después, alivio a sus penas, a sus preocupaciones, a su soledad. Al entregarse al abrazo en un instante hallarán cobijo para su cuerpo y paz para su alma. Con toda la humildad y con toda la humanidad, dos corazones se aproximarán en ese abrazo para compartir el afecto, los buenos deseos, la pesadumbre de los golpes de la vida.

Así que perdona si te beso pero veo tu bondad, tu empatía, tus buenas intenciones y necesito tanto sentir que la vida no me pesa demasiado... Perdona si te beso.


lunes, 24 de octubre de 2022

LA VIDA Y LA MUERTE

 














Yo no le tengo miedo a la muerte, ni a los muertos. Cuando llegue mi hora, pasaré al otro lado, dónde me reencontraré con todos mis difuntos.

A lo que sí temo es a la vida y a los vivos. A esos seres a los que nos acercamos buscando respeto y cariño y en los que a menudo solo encontramos, rechazo e indiferencia. En forma de desaires, traiciones, humillaciones.¡¡Bonito panorama éste de vivir!! En medio de tanta falsedad, de tanta hipocresía, de tanta astucia, a lo largo de la vida nos encontramos con demasiados lobos disfrazados de corderos. Tenemos que estar dispuestos a luchar para tan solo ser quienes somos. Dispuestos a estar solos, en la mejor de las compañías.

En el mundo de los vivos todo vale. Para supuestamente ganar y ver al otro vencido. La crítica, el desamor, el abandono... El dar la vuelta a la tortilla y convertir a la víctima en verdugo para que el verdugo sea víctima de la crueldad con la que él mismo se ha comportado. Y luego las luchas de poder ¡¡Yo tengo la razón, tú estás equivocado!! ¡¡Yo valgo más que tú, mira mi casa, mira mi auto!!

Todos los puntos de vista son válidos y cada uno es libre de escoger el suyo y su forma de vida y los demás tenemos la obligación de respetarlos, si es que acaso aspiramos también a ser respetados. Porque solo el que respeta merece respeto. Solo el que ama merece amor. Solo el que perdona merece perdón.

En el mundo de los muertos solo se ven las cosas con el corazón. Lo material ya no importa. Ya no sirven todos esos mecanismos de los vivos para competir, para boicotear al otro, para hacerle sentir mal. Allí están todos en el mismo estado, transitan la misma experiencia y lo que les es importante, son cosas que solo el corazón puede valorar. Nadie gana, nadie pierde. A fin de cuentas, ellos ya saben que allí no se llevaron nada. Solo el amor que fueron capaz de dar a los otros mientras duró su vida.