lunes, 20 de enero de 2020

Con el paso del tiempo









Con el paso del tiempo te reconcilias con tu pasado, te das cuenta de que tú también contribuiste a que las cosas pasaran de esa manera. Tal vez porque lo necesitabas, tal vez porque no encajabas con esa persona o con esa situación, tal vez necesitabas tener esa experiencia para llegar a estar donde estás ahora.
Tu mirada se vuelve más clara, más justa, porque ya no solo culpabilizas al otro de lo ocurrido, porque ya no solo ves sus defectos, las cosas que hizo mal, empiezas a ver tus defectos, las cosas que tú hiciste mal y que llevaron a que al final se produjera la ruptura o el desencuentro. De esa manera empiezas a acercarte a algo parecido al equilibrio, en el que aceptas lo ocurrido sin rencor, sin añoranza. Has pasado de amar a odiar, de odiar a echar de menos y después de echar de menos simplemente a aceptar que aquella persona o aquella situación no eran para ti. Al menos no eran para ti para siempre, solamente eran para ti mientras que duraron, mientras que tú fuiste capaz de estar en ellas y soportarlas, porque al final las soportabas si terminaste dejándolas ir, dejando ir esa persona, dejando ir esa situación, dejando ir esa circunstancia. Y todo el cambio que viene después, es duro y es dramático, pero aprendes mucho y te acercas a la verdad, al equilibrio, a la justicia, a la claridad, empiezas a ver con otros ojos lo sucedido y te empiezas a ver con otros ojos a ti mismo. Y durante todo ese tiempo tú te encuentras con que has cambiado, que ya no eres la persona que eras, que tienes que conocerte más si cabe para saber con quién y dónde y cuándo puedes hacer o tener algo, qué circunstancia quieres tener, qué condición, qué vida quieres vivir. ¿Quieres tener una pareja por necesidad para huir de tu soledad o por elección porque esa persona te aporta algo que nadie más puede aportarte? Y mientras tanto la espera, mientras tanto la vida, mientras tanto gozar de lo que nos hace felices a cada uno: viajar, los hijos, las amistades, las aficiones, el trabajo, las mascotas. Cada uno encuentra la felicidad en una parte. Porque si tú estuviste en algún momento con esa persona o en esa situación fue porque en algún momento tomaste la decisión de estar con esa persona o en esa situación, nadie te lo impuso, tal vez te dejaste llevar pero en cualquier caso es responsabilidad tuya, tal vez si que lo deseabas pero deseabas algo distinto a lo que esa persona o esa situación podía ofrecerte. Tal vez llegó un momento en  que te diste cuenta, de que lo que cada uno quería de la relación o esperaba de esa situación era incompatible.

La vida antes era más fácil



La vida antes era más fácil, cuando solo teníamos que ceñirnos a estereotipos y no pensar qué era lo que en verdad queríamos vivir en nuestra vida. Cuando solo teníamos que ser un hombre o una mujer al servicio de una pareja, de una familia, de la sociedad, sin pensar en realidad qué es lo que queríamos hacer con nuestra vida, con nuestro trabajo, con nuestro tiempo de ocio.
La vida antes era más fácil aunque también era más difícil, ya que quien tenía alguna de esas inquietudes, no podía darle salida, no había cauces para dársela. De ahí la importancia del feminismo, de la consecución de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, de la obtención de la igualdad de oportunidades a nivel cívico, a nivel económico, a nivel social, a nivel familiar incluso con la ley del divorcio, a todos los niveles, del logro de la protección de la mujer con la ley de violencia de género...estamos en un camino que todavía no ha acabado.

La vida es como una ruta de senderismo


Hay quienes la preparan con ilusión y esmero, sin dejar ningún detalle al azar. Otros disfrutan de lo que encuentran en su camino sin plantearse nada más. También hay quienes transitan por ella, por senderos trazados por otros y terminan dándose cuenta de que ese no es el camino que les conducirá a la felicidad.
Habrá momentos en la vida en que nos sentiremos poseedores de una energía desbordante. En otros flaquearán nuestras fuerzas o nos sentiremos inseguros o desorientados. Incluso tendremos la sensación de que nos hemos perdido.
En unos tramos iremos guiando y ayudando a los demás. En otros, serán otras personas las que nos guiarán y ayudarán a nosotros.
A veces caminaremos en compañía, en el primer pelotón que formen los participantes. En otras ocasiones quedaremos rezagados los últimos en el último destacamento que transite la senda. Habrá oportunidades en las que caminaremos solos, sin integrarnos en ningún grupo y sin ninguna compañía, yendo a nuestro aire, disfrutando del paisaje, pensando en nuestras cosas.
Siempre y en cualquier caso, será una experiencia única e irrepetible de aprendizaje. Tanto sobre nosotros mismos como sobre las personas que siguen nuestra misma ruta o dicho de otro modo, forman parte de nuestra vida.




Manual para una persona recién separada


 







 1-No pretendas que tus futur@s ex amig@s te comprendan: tú te has separado ell@s no.
2-Por el mismo motivo busca nuevas amistades que estén en tu misma situación. Ellas te entenderán y cubrirán tus necesidades (se exceptúan amig@s de toda la vida: de 10 a 30 años de amistad).
3-No permitas que alguien que no haya sido madre/padre te diga cómo educar a tus hijos.
4-Esto sirve también para el pelo(que no te digan cómo debes hacer para tener estupendo el pelo liso o rizado, si ell@s no lo llevan como predican). A veces los consejos aún acompañados de las mejores intenciones, comienzan siendo una bendición, para terminar siendo una nueva forma de esclavitud (una crítica constante). Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago. Además de que suponen una falta de respeto, pues quien te dice de forma constante que debes hacer, supone que careces de criterio propio para saberlo(si no, no lo haría), a parte de ser una forma clara de manipulación.
5- El punto cuatro es igualmente aplicable a la ropa. Si no son fashion trends's follower que no pretendan decirte cómo debes vestir.
6-No permitas que nadie te juzgue y te diga qué debes pensar, sentir y hacer.
7-Sé tú mism@. Es la única forma de ser feliz.