Es difícil quererse, aceptarse tal cuál uno es.No dejarse vencer por
las propias inseguridades y los propios miedos. Creer en uno mismo, asumir un cierto
margen de error en cada una de nuestras acciones y pensamientos. Tener una imagen de nosotros, lo más cercana a la realidad posible. Ni somos tan
maravillosos, ni somos tan horribles. Lo ideal sería aceptar con naturalidad nuestras luces y nuestras sombras.Cuando tú te quieres es más fácil
que los demás te quieran y contradictoriamente necesitas menos que
los demás lo hagan, al menos de una forma tan apremiante, ya que tú
ya te quieres incondicionalmente.
Últimamente
hago un ejercicio, muy sencillo, muy obvio, pero que yo al menos y
creo que mucha gente, no había hecho nunca. El ejercicio es el
siguiente:consiste en comportarme y decirme a mí misma, todas esas
cosas hermosas que hago (me cuido, me perdono, me escucho, atiendo
mis necesidades, velo por mi bienestar) y digo a los que más quiero:
Te quiero mucho, lo estás haciendo muy bien, eres maravilloso-a,no
te preocupes por nada que todo va a salir bien, eres un ser excepcional, siempre estaré contigo, pero qué
cosita más bonita eres....No sé que os puede parecer, pero yo desde
que hago esto hace tan sólo unos días(me lo digo en voz alta en el
coche), me siento distinta, mejor, más segura y percibo la vida como
algo más fácil de afrontar.¿Y tú cómo te demuestras que te
quieres?