viernes, 6 de octubre de 2023

Nosotros los escritores




















Nosotros los escritores somos seres egocentristas y vanidosos, que gustamos de que nos regalen los oídos con halagos acerca de nuestras obras, de nuestros escritos.

Estamos empeñados hasta la obcecación, en introducir en nuestro propio universo literario a todo potencial lector, para su disfrute y deleite, ignorando que muchas veces nuestros particulares universos no son del agrado de todos, que no todos tienen gusto por los mismos géneros literarios y que cada uno busca en la lectura una motivación diferente: la evasión, el aporte, la identificación, el conocimiento.

A mi por ejemplo no me gustan los dos géneros literarios más comerciales, que más se venden: la novela romántica y la novela negra. Tampoco me gusta la narrativa fantástica o la de ciencia ficción.

A mí me gusta leer (creo que habrán pocos escritores a los que no les guste leer), textos costumbristas, realistas, que reflejan sentimientos, circunstancias de la condición humana que son atemporales ya que son inherentes a la misma, en los que nos podamos ver reflejados o que nos llevan a reflexionar al respecto de los mismos. Me gustan esos libros que te llevan a bucear en el interior del ser humano, de sus motivaciones, de sus reacciones, del fin último que guía sus acciones, que son fáciles de leer, claros en la expresión, directos, amenos, que incitan a su lectura y que te aportan una nueva visión o un nuevo planteamiento al que todavía no habíamos llegado o al que habíamos olvidado contemplar.

El primer libro que leí fue “Corazón” de Edmundo Amicis a los 9 años. Mi madre era la proveedora de mis libros de lectura. Ella había nacido en plena huerta, en una típica barraca valenciana y solo había podido ir al colegio hasta los 9 años. Así que siempre decía que leer aportaba mucha cultura, ya que ella la había adquirido a partir de ese momento de esa manera, leyendo.

Después leí las “Fábulas de Samaniego” y ya pasamos directamente a la lectura del premio Nobel: Pearl S. Buck: “La buena tierra”, “Viento del este, viento del oeste”, “Retrato de un matrimonio”, del gran y famoso autor W. Somerset Maugham: “El velo pintado”, “Servidumbre humana”. Más tarde leí la literatura juvenil de la escritora Enid Blyton la saga “Torres de Malory”.

Luego pasé un largo periodo en el que me dediqué simplemente a vivir la vida y más que leer, escribía desde que era prácticamente una niña.

Más tarde volví a leer y leí un poco de todo. Autores españoles contemporáneos: Rosa Montero, Maruja Torres, Lucía Etxebarría, Juan José Millás, Carlos Ruiz Zafón, Almudena Grandes, Javier Marías, Rosa Regás, José Luis Sampedro…

Premios nobeles de habla hispana: Camilo José Cela, Gabriel García Márquez (mi favorito) …

Poetas como Pablo Neruda, Rubén Darío…

También autores extranjeros: Camila Läckberg, Susanna Tamaro, Evelyn Waugh, Franz kafka, Julio Cortázar, Antoine de Saint-Exupéry, Charles Dickens, Julio Verne., Emily Bronte, Richard Bach...

Creo que sería imposible recordar todos los escritores y todos los libros leídos.

Últimamente he leído de nuevo a premios nobeles: Alice Munro, Doris Leesing.

Sin embargo, todas las lecturas, aunque no recordemos constantemente sus títulos o sus autores, nos aportan a parte de momentos de disfrute, nuevos aportes a nuestra forma de ver la vida, de sentirla, todo lo que leemos termina siendo de una forma u otra, parte de nosotros mismos.