jueves, 31 de julio de 2014

La casa de mis sueños

Ayer cuando llegué a casa, de pronto reparé en que estaba en la casa que siempre había habitado en mi corazón. Fue al observar como las cortinas eran mecidas libremente por una leve brisa, cuando caí en la cuenta de que ese lugar en el que me encontraba, era el sitio con el que llevaba soñando toda mi vida. Sí ese lugar en el que vivo. Lo llevaba imaginando ya hacía mucho tiempo. Una vivienda con ventanas abiertas, con visillos ligeros que ondeaban cuan bandera sin estandarte. Una morada con un ambiente puro, calmo, armonioso que presidía todas sus estancias. La casa de mis sueños estaba vacía, aunque era alegre y tranquila. Era una especie de balneario de la felicidad, un lugar al que uno se retira para disfrutar de la vida. Pero ésta donde vivo, está llena. En ella habitan aquellos a quien más quiero. Sin embargo no cabe duda es ésta. Ésta es la casa de mis sueños. Tal vez no sea exacta en cuanto a proporciones, tal vez la había imaginado más amplia, ubicada en un lugar más idílico.... pero siempre con las ventanas abiertas y las cortinas mecidas levemente por ese insolente viento que las sube y las baja en incesantes olas, que recuerdan la libertad, el movimiento por el que se rige la vida.
Así fue. Fue de repente. Tanto tiempo buscándola y hacía mucho que la había encontrado y no me había dado ni cuenta. A veces andamos tan apresurados que no reparamos en que ya tenemos lo que buscamos, que ya llegamos a donde queríamos y que nuestros sueños poco a poco, se han convertido en realidad.
¿Y tú ya te has dado cuenta de que ya estás donde habías soñado?

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