martes, 1 de julio de 2014

Los besos atragantados










Lo que más congoja me produce es saber que nunca verán la luz, los besos que surgen en mí cuando tu imagen viene a mi memoria. Esos besos que quedan atragantados entre mi garganta y mi boca. Quedan allí, atrapados, agazapados, escondidos para siempre. Los besos que te daría y no te doy, los abrazos, las caricias, los encuentros íntimos que nunca tendremos. Mientras, nosotros, enredados en mil marañas de problemas irresolutos, no entendemos que el amor ya está allí, dentro de nosotros, esperando ser consumado en sus mil y una formas: el cariño, la ternura, la necesidad de sentir piel con piel, de ser escuchado y comprendido. Pero nada pasa. Entre nosotros solo existe el silencio. La distancia infinita que separa nuestros cuerpos, nuestros corazones....y esos besos atragantados que cada mañana colonizan mi garganta.

2 comentarios: