Últimamente
me encuentro con amigas que me comentan que inician una relación con
un hombre y que en un momento determinado ellos salen con el típico:
“no estoy preparado para tener una relación seria”, o “ no
puedo comprometerme debido a todo lo que he sufrido en mi pasado”.
Me
choca esta proliferación de hombres que desde una franqueza casi
hiriente, no se atreven a tener relaciones estables con mujeres con
las que se encuentran a gusto y cómo son capaces de creer las
propias excusas que arman para evitarlas tanto ellos como ellas.
¿Qué
es lo que ocurre? ¿Es el miedo al propio sufrimiento lo que pone
freno realmente a que estas relaciones prosperen? ¿O simplemente los
hombres siempre han huido del compromiso y les va más ir de flor en
flor o simplemente a su aire, solo que ahora no tienen problema en
decirlo abiertamente al abrigo de cualquier excusa que les parezca
mínimamente creíble?
¿Acaso
las mujeres no hemos sufrido desengaños y no nos han hecho daño en
relaciones pasadas? A pesar de ello estamos dispuestas a tener una
relación estable con un hombre con el que nos sintamos bien y no
cerramos puertas, ni caminos y nos lanzamos a la aventura sufriendo
las excusas y la frecuente indecisión del sexo débil.
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