martes, 3 de febrero de 2015

Fragmento de "Lo que la vida nos da" publicado en amazon


Llevaba ya un año de directora del Hospital, pero veía que necesitaba más. Así que un día, hablando con un nuevo amigo, Juan, descubrí cuál sería el siguiente paso que debía de dar para conseguir mis propósitos.
Rocío, si lo que quieres es dedicarte a la política, lo mejor que puedes hacer es afiliarte a un partido político.
Sí, claro. ¿Al qué sea más afín a mis ideas?—pregunté.
No necesariamente. Al que sea votado de forma mayoritaria. Así tendrás una mayor probabilidad de alcanzar el poder.
Eso parece lógico.—reconocí.
Seguí el consejo de Juan, que por supuesto militaba también, en el partido sugerido. Acudí a cuantas reuniones y mítines hizo falta. Me hice de notar. Conocí a los cabecillas, a los líderes autonómicos y hasta nacionales. En mi casa apenas me veían, pero cuando me dejaba ver, estaba tan entusiasmada y feliz, que Jesús y mis hijos, Santiago y Belén, no podían más que alegrarse por mí, aunque echaran en falta mi presencia. Entendían que la carrera que había escogido, exigía de esos esfuerzos.
Tras largos meses de viajes continuos, de demostrar una disposición absoluta, me ofrecieron la Consejería de Economía y Hacienda. No pude disimular mi confusión.

-Yo soy médico. Lo que yo conozco es cómo funciona la sanidad-acerté a expresar de esta manera mi desconcierto.

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