Cuando
tenemos una relación con alguien nunca sabemos cuando va a
finalizar. Esa persona nos acompaña en una etapa de nuestra vida,
empatizamos con ella, la afinidad nos lleva a establecer esa
relación. Compartimos confidencias, opiniones, percepciones de lo
que es y ha sido nuestra vida, coincidencias, cuestiones que nos
acercan y cuestiones en las que diferimos. Sentimos una conexión
especial con esa persona y sobre todo apreciamos lo que esa persona
nos aporta y el hecho de que nosotros a la vez también le aportamos
cosas que valora y que a ambas nos sirven para transitar por nuestra
existencia, para comprendernos mejor a nosotros mismos y para
comprender mejor lo que nos acontece y nos ha acontecido, para
conocernos mejor y para evolucionar y mejorar en la vida. Si
supiéramos cuando va a ser la última vez que vamos a tener contacto
con esa persona le habríamos agradecido antes su presencia en
nuestra vida, su atención, su comprensión, todos los momentos en
que de alguna forma nos sentimos en armonía compartiendo nuestros
sentimientos y nuestros pensamientos, todo lo que esa persona nos ha
dado, su ayuda, el mero hecho de estar disponible, de escucharnos, de
decir te entiendo. Gracias, gracias por haber transitado por mi vida,
te lo agradezco de todo corazón, has sido alguien muy valioso para
mí y siento no habértelo dicho cuando todavía estabas a mi lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario