jueves, 14 de noviembre de 2019

Es fácil ser feliz




Es fácil ser feliz cuando te alegras de los éxitos y de las victorias de los demás como si fueran tuyos. Cuando entiendes que cada uno es único y como tal tiene su propio valor. Un valor único, irrepetible e intransferible y que de nada sirve competir si no para vivir en una continua insatisfacción, en un continuo disgusto, en una vida amarga y gris. Se entra en un juego en el que uno siente que el mundo no es justo porque no reconoce su importancia, cuando la primera persona que tiene que reconocer su valía y ser consciente de la misma es uno mismo.
Ahí está el gran fallo que comete la gente que no se valora, que no se ama y por eso envidia, en vez de alegrarse, los logros de los demás. De esta forma no hace más que mostrar la estrechez de su mente y de su corazón. Es víctima de su propio sufrimiento, de un sufrimiento que él mismo genera.
Alegrémonos por el éxito de los demás, seamos felices con ellos, celebremos su triunfo como nuestro, porque esa alegría y esa felicidad también cuenta, también suma, igualmente nos hace mejores y nos acerca más a vivir una vida feliz, alegre y saludable.


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