Cuando
se atraviesa una situación catastrófica que queda sostenida en el tiempo sin
una resolución efectiva y clara, hay que dejar de lado las críticas y juicios
de valor para otro momento más oportuno.
Los
que están luchando en primera línea de batalla con el barro, los que conviven
con él día tras día y con los desperfectos causados por la DANA , ahora más que
nunca necesitan además de todo el apoyo que de una forma u otra reciben de los
voluntarios y vecinos, una sonrisa, esperanza, la satisfacción que proporciona
ayudar al prójimo, sentirse útiles, que su lucha tenga un sentido, que vean la
luz al final del túnel, que cada día cuente y sobre todo saber que cuando todo
esto pase, ya no serán los mismos.
¡Como nos
ha enriquecido esta experiencia como personas, a pesar de la dureza y la
devastación de la misma!
¡Ánimo!¡¡
Qué vosotros valéis mucho!!
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