viernes, 23 de diciembre de 2022

Las cosas suceden cuando tienen que suceder

 

















En la vida ni las cosas suceden cómo queremos , ni las personas son cómo nos gustaría, ni siquiera nosotros mismos somos cómo quisiéramos ser. 

No obstante, hay que poner acción a nuestros deseos, a las cosas que queremos conseguir y aún así éstas ocurrirán cuando sea su tiempo. No todo depende de nosotros, ni siquiera de nuestras acciones. Influyen un montón de factores, algunos los conocemos, otros no. 

Existe algo que llamamos suerte o azar, que consiste básicamente en estar en el sitio correcto en el lugar apropiado, caer en gracia, granjearnos la simpatía y el apoyo a nuestros propósitos de propios y extraños, cosa que habitualmente ocurre de forma espontánea o no ocurre. 

A veces ponemos todo nuestro empeño en algo y no lo conseguimos y cuando ya desistimos de ello, como por arte de magia el suceso en cuestión se da. Es como una recompensa a nuestro esfuerzo continuado. También puede ocurrir que la resistencia que encontramos a la materialización de nuestros deseos vaya ligada a alguna lección que debemos aprender… Los motivos pueden ser muy variados e incluso desconocidos y misteriosos para nosotros. Existen situaciones que ponen a prueba nuestra paciencia, nuestra capacidad para recomponernos ante la adversidad, que priorizan que conozcamos la trascendencia que nuestro deseo tiene para nosotros antes de que éste se lleve a cabo.

 A veces las cosas se complican hasta el infinito, todo se retrasa sin motivo aparente y no vemos salida alguna: realmente no sabemos que más hacer...Hasta que al final las cosas suceden cuando tienen que suceder.


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