viernes, 23 de mayo de 2014

La confusión precede a los cambios












A veces nos encontramos en un estado de confusión que nubla nuestras percepciones y deja huérfanos de lógica nuestros pensamientos. Suele ocurrir cuando se produce un punto de inflexión en una situación que acontece en nuestra vida y que de alguna manera nos supera. Nos supera porque se ha convertido en una maraña de sentimientos, suposiciones, enfrentamientos entre lo que es y lo que quisiéramos que fuera y a la que no encontramos salida. Ese malestar nos conduce a realizar una transformación: algo debe cambiar, no podemos seguir así, agotando nuestra energía día tras día, buscando soluciones imposibles, no queriendo aceptar la verdad. La verdad es, que después de la tormenta llega la calma, que después de un día de fuerte viento el ambiente luce limpio y transparente, que después de la confusión llega la claridad, la certeza del camino que tenemos que seguir.


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